Alemania 2-0 PoloniaJoachim Loew, ''segundo'' de Juergen Klinsmann en el último Mundial y relevo de éste tras el citado campeonato, se salió con la suya. Sacrificó de inicio a Schweinsteiger -que entró en la reanudación- en beneficio de Podolski, el héroe del partido, que jugaría por detrás de Klose y Mario Gómez. El técnico germano confió en el meta Lehmann y en su pareja de centrales, para la que no dudó en esperar por la recuperación del madridista Metzelder para alinearlo junto a Mertesacker, dejando la manija a Ballack.
El holandés Leo Beenhakker, que hizo historia al clasificar a Polonia, por primera vez en su historia, para una fase final del principal torneo por naciones del Viejo Continente, perdió en las jornadas previas a Blaszczykowski y salió con Ebi Smolarek (Racing de Santander) como hombre punta. Mostró un planteamiento valiente, sin renunciar al ataque. Que resultó arriesgado.
En el cuarto minuto, Alemania ya se pudo adelantar. Con la defensa polaca desbordada, Klose le ''regaló'' un gol cantado Gómez, que llegó tarde a un balón que salió rozando el poste de la meta de Boruc. Y no perdonarían los alemanes su segunda ocasión clara. De las botas del delantero de origen español salió un pase al hueco hacia Klose, que repitió alarde de generosidad y le cedió el balón a Podolski, que marcó a placer.
No bajó los brazos Polonia, que pudo nivelar en dos ocasiones en las que fue protagonista Lobodzinski, primero con un disparo cruzado (en el 27) y más tarde sirviendo un pase de la muerte a su capitán Zurawski (m.36) que no entró por poco. También se sumó a la ofensiva Levandovski, el ''Gattuso'' polaco, con sendos disparos desde lejos a falta de siete para el descanso y justo al borde del pitido, en un tramo final de la primera parte en la que las entradas por la derecha de Fritz pudieron haberle causado daño al equipo de Beenhakker.
El holandés dio entrada, tras el descanso y en sustitución de Zuravski a Guerreiro -nacionalizado en mayo, tras cinco años en el Legia Varsovia-. Secundado por Krzynovek por la izquierda y -hasta que fue reemplazado- por Lobodzinski en banda derecha, el medio de origen brasileño reforzó la idea de que Polonia llegó a Klagenfurt con la idea de ganar el partido.
El triunfo de Robert Kubica en Montreal, el primero de un piloto del antiguo bloque del Este en un Gran Premio de Fórmula Uno -y el primero que lidera ese Mundial- dejaba entrever que la jornada podía ser mágica para el deporte polaco. Pero Alemania no luce su palmarés por casualidad.
Poco después de que Ballack, en el 70, hiciese lucirse a Boruc, un fallo defensivo de Golonski fue aprovechado por Schweinsteiger y el semifallo de Klose dejó el balón a los pies de Podolski, que de un fuerte disparo colocó el definitivo 2-0.
Después de 16 partidos, la valiente Polonia salió de la capital de Carintia de nuevo con su marcador de victorias frente a Alemania a cero. Y el último gol que le metió un polaco a un alemán en un partido de selecciones data de 1980. Fue Boniek, que hoy estuvo en el palco junto a Michel Platini. Aquel día también cayeron ante el vecino antipático. Por tres a uno.
Portugal 2-0 Turquia
Portugal tiene otra estrella diferente a Cristiano Ronaldo. Se llama Pepe y juega en el Madrid. Era su segundo partido oficial con Portugal, el que le ha coronado definitivamente como defensa de talla mundial y referente de Portugal (fue elegido mejor jugador del partido). Los de Scolari cogieron aire para el resto de la fase de grupos.
Sin movimiento no hay espacios, y sin espacios no hay fútbol vistoso, y es precisamente eso lo que ocurrió en la primera parte. El exceso de celo en guardar la posición, el miedo a perder y la tensión del debut privaron al público de cualquier tipo de espectáculo. La emoción sólo llegó en jugadas a balón parado. Así logró marcar Pepe de cabeza un gol que fue anulado por el alemán Fandel en el minuto 16 por un supuesto fuera de juego. Dos después, era Nihat quién daba la réplica con otro libre directo que se coló entre la barrera y salió del campo acariciando el poste.
Cristiano Ronaldo andaba en ese momento perdido en el campo, mirando a buen seguro la poco estética estampa de los dos centrales turcos, en especial la de Servet (casi dos metros de nada estilizada figura). Presas apetecibles para la fiera lusa, sometida a la táctica de acoso de Terim (faltita tras faltita), que no tardaría mucho en dar el primer zarpazo, aunque en este caso fue a balón parado.
Primer palo.
Colocó con mimo la pelota escorado a la izquierda, marcó los pasos como un pateador de rugby y lanzó un misil al palo más lejano que Volkan desvió con la punta de los dedos. Por eso el balón fue al poste. Turquía permanecía atemorizada más por los nombres que por el buen juego que tenía enfrente (sólo Simao era capaz de entrar con peligro por la izquierda). Con Portugal bien plantada y con un Pepe convertido en el jefe de una defensa segura, Nihat y Tuncay tenían poco que hacer. Marco Aurelio se las veía y se las deseaba para controlar el juego entre líneas de Deco y Moutinho, que no terminaba de cuajar en una primera parte tan fría.
La reanudación comenzó con dos fogonazos. Los turcos pidieron penalti de Simao, que trabó a Nihat en el área (habría sido demasiado riguroso). Unos segundos más tarde, Nuno Gomes estrellaba el balón en el palo en una contra aprovechando que el colegiado dejó seguir el juego tras un patadón de Zan a Simao.
El partido tenía otro ritmo, y más espacios, y Cristiano empezó a sobresalir. Pero el choque tenía otra estrella: Pepe. Una subida imperial del central en el minuto 61 acabó en una sutil pared con Nuno Gomes. Pepe no se lo creía. Estaba sólo ante el portero... y no lo desaprovechó. La veda estaba abierta. Sin presión y sin miedo a perder el primer partido apareció la verdadera cara de Portugal. Minuto 65, quiebro y requiebro de Cristiano y pase medido a la cabeza de Nuno Gomes. El balón acabó en el palo.
Tan crecido estaba Scolari que en el 69 se animó a probar el plan B: entró Nani por Nuno Gomes y Cristiano Ronaldo se colocó en punta... y con el brazalete de capitán. Sin embargo, fue Raúl Meireles el que puso la guinda al aprovechar una jugada entre Cristiano Ronaldo y Moutinho. Ese gol valió para ser primera de grupo.